Era un verdadero show, perfectamente sincronizado, casi como si hubiera hilos que nos manejen, o pies en los acientos que nos den patadas justo a tiempo para que nos levantemos. Fue una linda manera de divertirnos hasta que empezó el show (por el cual sí pagamos), y sólamente lo hacíamos la platea y la popular, repito.
Qué gran paradoja, verdad? Los ricos, sentados en los primeros acientos no lo podían hacer.
"Los de los acientos más baratos pueden aplaudir,
los de adelante pueden agitar las alhajas"
John Lennon
(me hizo acordar a eso)
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